EL VALOR DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN EL MERCADO / Mónica Rodríguez

A lo largo de los años el arte ha sido una manera de reencontrarnos con el pasado y de adentrarnos con el presente; sin embargo, su valor se ha alterado con la llegada de la innovación tecnológica y la modernidad, en donde el valor del arte está siendo impuesto por el mercado y los “actores” detrás de él. El valor artístico ya no es sólo desarrollado libremente por medio de la creatividad artística sino condicionado por el mercado que logra cada vez más modificar y crear nuevas necesidades, influyendo en el deterioro del ojo artístico al igual que el criterio libre de los amantes del arte.
Dalia Haymann escribe en su artículo Introducción al Mercado de Arte la definición de lo que es valor: “la cualidad contenida en el objeto que complace o satisface a la necesidad, interés o deseo de una persona”; sin embargo, este valor es con frecuencia un valor asignado y condicionado por diversos factores que están detrás del mercado. Algunos de los lugares en donde actúa el mercado de arte es en las casas de subasta internacionales en donde se encuentran las multinacionales del arte, las galerías nacionales, las ferias de arte internacionales, las exposiciones independientes y las experimentales, al igual que compañías líderes como Sotheby’s, Christie’s y Phillips quienes controlan el 95% de negocios de ventas internacionales. En cuanto a países, Gran Bretaña con un 28.7% y EE.UU con un 49.8% controlan las ventas internacionales.
En estos lugares se lleva a cabo lo que se conoce como las leyes del mercado, en donde el valor artístico es convertido en un valor económico. Jesús Ángel Martín, profesor de filosofía habla de esto en su artículo Arte y Mercado al decir que “cuando se compra un objeto cuyo costo es superior al de los materiales de que consta la plusvalía que se genera equivale a su valor artístico...el valor artístico se traduce hoy en valor económico”.
Dentro de las leyes del mercado, lo que le da el cambio de valor al arte depende del número de catálogos internacionales de arte, la calidad del artista, subastas en los que sale el artista al igual que las críticas que tenga. Renoir habla de lo anterior al decir que “el mejor indicador del valor de un cuadro es la sala de subastas; como las cualidades estéticas, la utilidad marginal permite objetivar su valor, traducir en términos de beneficios y costos la producción y adquisición de arte”.
Dentro de las leyes del mercado de arte, otras formas para asignarle un valor es por el número de exposiciones que aparece una obra u obras, ya sean internacionales o nacionales y por el ranking de las ventas, lo cual crea una cuantificación numérica fría que desvanece la intuición, sensibilidad y gusto propio de la persona que colecciona arte. Estos valores son asignados por directores de museos, comisarios internacionales, críticos, especialistas y galeristas , al igual que por los medios de comunicación y la ciencia y la tecnología que le comunican a la gente que comprar, que ver y hasta que les debe de gustar, trayendo así un condicionamiento ideológico a los coleccionistas.
El coleccionismo es condicionado por medio del mercado, los profesionales, los marchantes, las críticas, las multinacionales y el estado quien opera en el mercado de arte. No todos los coleccionistas escogen su arte ya que no todos tienen una buena formación artística, los especialistas son los que deciden por ellos al comprar algo y le asignan valor. Sin embargo, los coleccionistas son los que tienen mayor poder en el mercado ya que su interés económico puede determinar la dirección del mundo de arte ya que al coleccionar piezas coleccionan historia, es decir, arte que definirá quienes fuimos en un futuro y que nos podrá inmortalizar en generaciones futuras. Los coleccionistas también tienen el control sobre el futuro de los artistas. Un ejemplo de esto es que son capaces de destruir las carreras de los artistas al no comprar sus obras o de que tengan éxito, buenas reputaciones y porvenir en el mundo del arte al comprarlas lo cual les da un control sobre el mercado de arte.
Sin embargo, aparte de los especialistas del arte y lo antes mencionado que condiciona a los coleccionistas también influyen los medios de comunicación ya que son un factor importante que ayuda a transformar la ideología de las personas. Un ejemplo de esto es la publicidad. La publicidad es un creador de gustos sociales que ayuda a condicionar la oferta y la demanda. Uno de los publicistas más famosos de arte es Charles Saatchi, quien usa la novedad, la inmediatez y el impacto de un a pieza para darle buena publicidad o construir y destruir reputaciones. Otra manera de condicionamiento es por medio de las escuelas ya que en ellas también se producen gustos, se aprenden y se transmiten a las personas pero no se comprenden con profundidad y es aislado el criterio propio.
Por lo tanto, el mercado de arte es un constructor de valores que muchas veces son impuestos por otros como las multinacionales, para crear beneficios e intereses por medio de la inversión y especulación controlada de las piezas. Hay varios factores que condicionan el pensamiento humano e influyen en las decisiones de los compradores, desechando la esencia de un verdadero valor artístico al igual que la libertad de elección del comprador, transportándonos a un mundo cuantificable que borra el verdadero espíritu del arte y del artista.

Bibliografía:

Schumann Verdú. El valor del arte, Universidad Carlos III, Madrid, junio 6 del 2005, consultado el 13 de febrero del 2008, disponible en; http://www.airecomun.com/blog/2005/06/17/el_valor_del_arte/

Martín, Jesús Ángel. Arte y Mercado, El arte contemporáneo: análisis de sus características y de la forma que es percibido, Valladolid, consultado el 8 de febrero del 2008, disponible en;
http://www.ideasapiens.com/arte/estetica/arte%20contemporaneo%20percepcion_publico.htm

Haymann, Dalia. Introducción al mercado de arte, Gestión Cultural, Chile, 2 de julio del 2007, consultado el 13 de febrero del 2008, disponible en ; http://www.gestioncultural.org/gc/boletin/2005/bgc12-mercadodelarte.htm

Lecturas complementarias:
Helguera, Pablo. El ajedrez del arte, Los movimientos del poder económico sobre el tablero del espíritu
Viveros , Christian y Winkleman, Edward. La realeza del arte, Life and style, noviembre del 2007.
Julia Cooke. ¿Quién tiene derecho a qué? Life and style, noviembre del 2007.
Springer, José Manuel. Una ecuación de poder, juventud y glamour: la fórmula Saatchi

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