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Fantasía y color es lo que predomina en la obra del francés Eric Ledoux, expuesta en la Alianza Francesa. Además de cuadros, se presentan una serie de máscaras de diferentes tamaños y formas que parecen representar un sueño distinto cada uno de ellas. En los sueños, expuestos en cada obra, aparecen seres ilusorios, como en el caso de “La fuga” un oleo, donde están tres animales mezcla de caballos, perros y toros que son los elementos positivos de la obra, es decir, lo que domina la mirada en la experiencia visual. El fondo parece representar el cambio entre el día y la noche, de azul a naranja. Y los tres animales huyen del día a la noche.

Mi favorito fue un oleo titulado “Adán y Eva”, donde las caras de los personajes me recuerdan al antiguo arte egipcio y a “Arearea” de Gauguin. Los personajes tienen una belleza exótica: piel oscura y ojos claros, igual que sus cabellos. Pareciera que Eva está llevando o invitando a Adán a seguirla hacia donde tiene fija la mirada él. Pero la mano de Adán la detiene. Atrás queda un árbol de las manzanas, las manzanas de la discordia. Además, resulta contrastante la idea de Adán y Eva de la biblia que nos recuerda o crea a los personajes en obras realistas de tonos claros y una total armonía; mientras que la obra de Leudox, nos muestra a los personajes en colores muy llamativos, y en general una obra de gran fuerza por la abundancia de elementos.
Tal parece que en “La bodega de mis sueños” hay realidades transformadas, donde los elementos principales aparecen intactos, pero el significado o el rol es distinto. Por ejemplo en el caso de “La fuga” donde los animales, en vez de escapar de la noche, o simplemente esperar su llegada, corren hacia ella. O en el caso de Adán y Eva, donde Eva quiere ir hacia otro lado alejado de las manzanas del pecado, y Adán pareciera, con la mano llevarla hacia esas manzanas.

El resto de la obra, que comprende otros oleos y máscaras de gran tamaño. Algunas de las máscaras tienen pintadas caras, mientras que otras tienen diferentes elementos como animales, paisajes, o solo texturas. Cabe mencionar que estas obras no tenían nombre alguno, simplemente números en la parte inferior. Al parecer no hay orden o ritmo alguno en la colocación de los oleos y las máscaras, algunos están en la entrada y otros en la explanada de la escuela.