YA VAN MÁS DE DOS VECES.../ Daniela Castillo


Con una trama que, a simple vista, evoca el eterno Déjà vu de las multifacéticas e imperecederas adaptaciones de la Señora Robbinson, Mi Segunda vez plantea un superficial argumento que mezcla una combinación irracional de la clásica Femme Fatale con los elementos ya casi patentados oficialmente de las comedias amorosas gringas.
Sandy (Catherine Zeta-Jones) es una mujer, dicho eufemísticamente, madura, que está atravesando un divorcio propiciado por la clásica tendencia unilateral de la infidelidad masculina, por lo que se va con sus dos hijos y la escasa dignidad que la grabación casera de sexo oral durante el cumpleaños infantil de su hijo por parte de su esposo puede dejarle, a la ciudad de Nueva York. Ahí contrario a los estándares habituales de las coincidencias que pueden suceder en el lapso de una vida, conoce a Aram (Justin Bartha), un dispensador de café del edificio donde vive, que, aparte de topárselo habitualmente por las calles de la pequeña ciudad de Manhattan, resulta ser asistente de la clase de Defensa Personal a la que Sandy Asiste (aunque sólo es asistente por el día que Jones lo ataca en un intento de drenar su estrés) y, obviando su título universitario, resulta el candidato ideal para ser el niñero que tan desesperadamente busca la mujer. De ahí una derivación de encuentros que fomentan el magnetismo sexual (y la amistad, según Aram) mezclado con un tanto de comedia inteligente, sobre todo cuando proviene de los hijos de ella y ligera en casi todo el resto, para propiciar su enamoramiento en una serie de situaciones tanto clichés como atípicas.
Pasando la primera impresión, el desenvolvimiento de la trama se aleja de sus raíces nacionales en cuanto ve cumplidas las expectativas que cualquier película Made in U.S.A. crea en los espectadores (Los desengaños amorosos, sexo esporádico, humillaciones públicas, sexo premeditado, lágrimas y sexo asegurado de ahí a que se les ocurra hacer segunda parte) para acabar en un desenlace alejado de los diálogos estándar y los intercambios de ADN frente a un escenario ideal, dejando un poco de autonomía mental (adecuado a la capacidad intelectual promedio) para articular un final en la incertidumbre.
Si bien, no se puede esperar un resultado trascendental (a menos que el autoestima de los productores sufra la misma crisis de vanidad que el del resto de las señoras maduras que fueron al Starbucks en busca de un Justin Bartha que no sólo les sirva café), pero presenta unas variantes a la trama típica que hacen que un domingo no pierda su encanto ni una cartera llore mucho la ausencia, además de que incluye una serie de risas ocasionales con garantía.
Título original: The Rebound.
Dirección: Bart Freundlich.Actores: Catherine Zeta-Jones, Justin Bartha, Kelly Gould, Andrew Cherry, Art Garfunkel.
Guión: Bart Freundlich.Producción: Bart Freundlich.
Compañías: A&F Productions / The Film Department / Javelin Pictures / Process Productions.
Género: Terror / Drama.
País: Estados Unidos.
Duración: 94 min.
Idioma: Inglés. Año: 2009.
Estreno en México: 16 de septiembre de

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