BUTÔ…LA DANZA DE LA OSCURIDAD/ Beatriz Aguilar

Galileo Galilei, el padre de la Astronomía moderna fue el personaje a quien se dedicó el Festival Internacional Cervantino que se llevó a cabo en los últimos días del pasado mes de Octubre y parte de Noviembre. Como debe ser, la ciudad de Guanajuato se plago de jóvenes amantes del arte, de la fiesta, de la diversidad cultural y de los puestos hippies que no pueden faltar en este festival. Así, se llevó a cabo la fiesta, contando con nuestra participación, un camión de estudiantes colimenses que partió de Guadalajara en búsqueda de buenas experiencias del 22 al 25 del mes pasado.

Uno de los espectáculos que más me llamó la atención del Cervantino (sin contar todo lo que se puede “apreciar” en el centro de la ciudad por la noche, ahí frente al teatro Juárez) fue una demostración al aire libre por parte de un grupo de teatro japonés que presentaban lo que para mí fue un nuevo tipo de danza artística, el Butô o “la danza de la oscuridad”. El surgimiento de esta nueva corriente que poco a poco va tomando popularidad en el mundo occidental, fue inspirado en el horror que provocaron las bombas atómicas que cayeron al finalizar la segunda guerra mundial en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaky. Esta demostración se realizó por parte de la compañía Dairakudakan que fue fundada por Maro Akaji, uno de los grandes maestros y difusores del Butô. La presentación fue el día 23 de Octubre a eso de las 8 pm en la Plaza San Fernando, y duró aproximadamente 1 hora, que para ser un espectáculo del tipo que es se me hizo demasiado, sin embargo no podía quitar la mirada de la ejecución.

Lo que llamó muchísimo mi atención del espectáculo fue que a pesar de sus movimientos tan lentos, marcados y reflexivos, era diseñado para presentarse en una plaza pública, lo cual no es nada fácil pues por lo general a la gente no le llama la atención algo con tal lentitud. El chiste de la danza-teatro era lo hermoso y lo extraño de aquellos movimientos corporales y lo lento de la música y los ruidos extraños que producían los actores y los bailarines. La verdad es que no encuentro otra palabra para describir al espectáculo más que “hipnotizador”, pues no hay diálogo, solo música y ruidos extraños. Por si esto no fuera poco, tampoco hay un vestuario, los actores-bailarines salen a escena únicamente cubriéndose las partes necesarias con pequeños parches de tela pintados del mismo blanco del que están maquillados de cabeza a pies, y esto es literal pues mujeres y hombres están totalmente rapados y pintados por igual.
Me encantó esta nueva propuesta, lo recomiendo muchísimo al público mayor, ya que es probable que un menor se aburra pues me di cuenta que el Butô requiere de apreciación, paciencia y concentración.

Dirección y bailarín principal: Takuya Muramatsu

Asistente y coordinación general: Espartaco Martínez

Compañía: bailarines de Dairakudakan
Ambientación: Daiichiro Yuyama y Matsuda Atsushi

Foto 1: Logo Cervantino 2009, Festival Internacional Cervantino Galileo Galilei y el telescopio: 400 años

Foto 2: Hiroto Yamazaki, Compañía de Teatro Dairakudakan, Octubre 2009

POSTED BY
POSTED IN
DISCUSSION 0 Comments