Museo Etnográfico Wirrrarika. Gaby Osorio & Montserrat Díaz



Museo Etnográfico Wirrrarika.



“Gente que puebla lugares de plantas espinosas”

Esta es la manera de referirse a los huicholes uno de los grupos que habitan la s
ierra madre occidental entre los estados de Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas.

El pasado 7 de octubre, emprendimos nuestro camino hacia el centro de Zapopan en el cual se encontraba el Museo Etnográfico Wirrrarika. En dicho museo podían apreciarse desde antescendentes, mitología, fiestas principales así como las formas de gobierno y casas de esta civilización prehispánica.

La creación de este museo se debe al Fr. Ernesto Loera; tiene como objetivo dar a conocer las artesanías del pueblo huichol. Se encuentra ubicado en la antigua sala capitular del convento a un costado de la basílica de Nuestra Señora de Zapopan.

Desde la entrada se pueden percibir todo tipo de cuadros, vestimentas e inclusive costumbres y hábitos de esta comunidad. Todo esto se encontraba vinculado con su ideología y creencias.


“Su vida inició en la oscuridad, la tierra era lisa si ríos ni montañas.”
Su mitología misma nos habla de cómo sus dioses al morir y desmembrase en el desierto, dispersaron su cuerpo para crear los elementos de la naturaleza y ofrecer al hombre plantas y animales. Es así como se fundo la sociedad Huiichola, bajo la creencia de ser los dueños del mundo.

Una de las artesanías y partes importantes de la cultura huichol es sin duda el “Tsikuri” u ojo de dios. De acuerdo al folklore el alma reside en el centro de la cabeza- Al nacer, un niño la mollera que aparece representa el quinto hueso a l crecer. Ellos creen que durante los primeros cinco años de vida el niño tiene el peligro de perder su alma por este hueco por lo que necesita la protección del ojo de dios.

Con respecto a los telares y bordados, los huicholes emplean el telar de cintura cuyos puntos son proporcionales y gracias a el se elaboran: morrales ,fajas, lienzos etc. La puntada característica es el punto de cruz, la cual facilita el aprendizaje y mecanización. Lo interesante aquí es el hecho de que nunca terminan las prendas, puesto que consideran que solo Dios es perfecto y nadie debe superarlo. El traje típico de esta sociedad es considerado una segunda piel, ya que muestra su herencia cultural.

Durante nuestra travesía también pudimos observar una serie de mascaras envueltas en una mística increíble. Lo que sucede es que para los wirraritari, el portar una máscara representa nuevas facciones, una nueva personalidad. La utilizan en días festivos como el Beyak (la semana santa) y dependiendo del tipo de máscaras unas se emplean como parte especial de las ceremonias y otras simplemente son mercancía para comercializar. Se elaboran principalmente de madera liviana y así como hay unas muy sencillas también las hay con chaquira e hilo, adheridos con cera de Campeche.

En esta visita pudimos conocer sobre la cultura Huichol y podemos agregar que fue muy enriquecedora puesto que comprendimos muchas de sus tradiciones y tuvimos la oportunidad de admirar más de una artesanía elaborada por esta magnifica sociedad.





Lugar: museo etnográfico Wirrrarika

Autor: Huicholes
Fundador: Fr. Ernesto Loera

Técnicas: Bordados, arte decorativo

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