EL DESEO DEL CORAZÓN / Mariana Sandoval


Esta vez la exposición se situaba en “Factor Arte Galería”, una galería de arte ubicada en Rubén Darío esquina con Herrera y Cairo. En este lugar se encuentran ahora obras de Juan Carlos Manjarréz casi en su totalidad, a excepción de varias esculturas en bronce que son obras de otros artistas. La obra en la que quiero profundizar lleva por título Desire. Es un gran rectángulo de 1.40 por 1.20 hecho en óleo sobre tela que llega a impactar bastante a la audiencia, no sólo por el tamaño de la obra en sí, sino por el realismo y la simplicidad que engloba. Como se puede observar en la imagen, esta pintura en óleo consiste en la espalda de una persona con el pelo corto, cuya piel tiene en el centro las letras que forman la palabra desire, que significa deseo. La imagen está trabajada en una escala de grises, nada de color. Es bien sabido que este tipo de marginalización del color suele agregar cierto dramatismo a la obra, y el autor supo utilizarla satisfactoriamente, ya que el sentimiento que te causa esta obra es de frustración. Nada de rostros angustiados ni ninguna clase de expresiones faciales, sólo tenemos los puños apretados en una pose derrotista, con la cabeza baja, que nos hace evocar un sentido de desesperación hacia el deseo todavía no cumplido.
Cabe mencionar (y debo confesar que el detalle a mencionar fue el que más me atrajo a esa obra de todas las que se encontraban en la exposición), que la palabra desire no es enorme ni cubre toda la espalda, pero por la manera en que está compuesta la obra, es lo que más te llama la atención. Y si, intentas leer entre matices y pinceladas, logras ubicar la palabra justamente donde está el corazón dentro de la anatomía humana. Quiero suponer entonces que el sentido del que nos trata de hablar Juan Carlos Manjarréz en su obra es la profundidad con la que nos aferramos a un deseo, al grado que parece penetrar nuestra piel cual tatuaje y fusionarse con nuestro corazón, frustrándonos cada día que pasa y el deseo no se ha cumplido, al tiempo que nos impulsa a seguir adelante en la esperanza de alcanzarlo. Si se piensas lo suficiente, esa es la manera en la que nos desarrollamos hoy en día: metas, goles, objetivos...todos creados para darnos una razón que nos permita aferrarnos a la tan querida y efímera vida, como una clase de acuerdo macabro entre el cielo y la tierra que nos permitirá seguir en donde estamos hoy y ahora.

Foto 1. Desire (2007), de Juan Carlos Manjarréz

Autor de la foto: Mariana Sandoval

Foto 2. Desire (2007), de Juan Carlos Manjarréz

Autor de la foto: Mariana Sandoval

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