Bajo Tierra

En ocasiones ni siquiera nos detenemos a pensar en que puedes encontrar al vagar por la ciudad e, irónicamente, en eso iba pensando cuando dí con una exposición de cuadros dentro de la estación Juárez de la línea del tren ligero. No iba preparado para ello, se nota en las fotos (que son de celular) pero hice lo mejor que pude para tener un registro de la exposición. La exposición exhibía el trabajo de dos artistas, Nitzaye Ruiz y Enrique Loza.



Nitzaye Ruíz
Al principio, los cuadros del lado de esta exposición fueron los que más llamaron mi atención y, por consecuencia, fueron los primeros que me detuve a observar. Aunque tenían algo curioso y llamativo, honestamente no podía forzar a mi gusto por algo que no es su estilo. Algo que salta a primera vista es el realismo bidimensional en que son plasmados los elementos (ya sean reales o ficticios). Su expresión de la figura humana y las latas de sopa son fieles a como deben lucir frente a nuestros ojos y los matices de colores le dan vida y brillo a cada uno de ellos. Sin embargo, en mi opinión, por más bien pintada que está la obra, la sentí carente de vida y poco expresiva; es cierto que se requiere una buena técnica para poder producir una imagen de ese tipo, pero no podemos pasar por alto la falta de comunicación de la obra. El autor simplemente no entra en comunión con su público y en el mundo del arte, eso es un pecado mortal. Nitzaye tiene un estilo muy pop, al menos un pop muy mexicano que puede verse en el uso de sus elementos y colores, como lo es la tradicional sopa Campbells y los personajes de la lucha libre, con brillantes azules, amarillos y rojos. En mi opinión, el cuadro es muy bueno, pero el silencio de su aura no nos deja más sentencia que el afirmar que realmente no es arte.
Enrique Loza
Frente a la exposición de Nitzaye, como si se tratara de un duelo, estaban los cuadros de Loza. A primera vista, uno se da cuenta que son estéticamente más complejos y más compuestos que los de Nitzaye y es necesario analizarlos de cerca para poder entender de que se habla.
Loza apela principalmente a la inocencia infantil al usar en todas sus obras (al menos en la exposición) elementos infantiles muy conocidos en una ejecución que, de primera instancia, se pensaría que está dirigido exclusivamente para ellos. Esta vez, contraria a la otra exposición, los cuadros de Loza me gustaron bastante, incluso más de lo que imaginaba al verlos del otro lado de la habitación. Tiene una muy buena composición y llevan un ritmo estable haciendo que los colores se mezclen y armonicen en lugar de hacerlos botar a la vista del ojo. También es posible ver en la obra de Loza, una curiosa inspiración en la combinación de la corriente del Dadaismo y el Surrealismo, pero con ese toque especial que el autor le da a todos y cada uno de sus cuadros. Lo más importante a observar en la obra de Loza es que, a diferencia de la exposición frente a ella, logra transmitir esa serenidad de la inocencia al momento que la absorbe dentro de unos colores más oscuros y tenebrosos, el contraste entre esta luz y oscuridad (un enfoque similar al de Tim Burton, pero menos ejecutado) es lo qeu hace que la obra hable y cause una mezcla curiosa entre melancolía y serenidad al expectador que, en mi opinión, lo dice todo de la obra.
Post by: Axel "Lobito" Castellanos

POSTED BY
POSTED IN
DISCUSSION 0 Comments