"¡¿Quién da más?!" / Mariana Camacho

"¡¿ Quién da más ?!" - gritaba el martillero de la subasta, el señor Paco de la Peña.


El pasado jueves 22 de Agosto tuve la oportunidad de asistir a una subasta de arte contemporáneo, la primera que he visto. "Subasta por el Arte" se llamaba. Era a favor del grupo Anzar de Danza Contemporánea y se llevó a cabo en la Galería Jorge Martínez.
El término "subasta" siempre lo había relacionado con elegancia y, por supuesto, mucho dinero. Cuando llegué ahí me di cuenta de que la elegancia faltaba, y el dinero no se veía. Las personas presentes iban vestidas de manera muy peculiar, cada uno a su estilo. Supuse en el momento que tenía que ver con el hecho de que eran artistas o críticos de arte, lo cual comprobé al terminar la subasta.


"Suricatas Goliardas" de Antonio Sandoval

En fin, la puja por la primera obra de arte comenzó a las 9:00 pm. Antes de empezar, dieron media hora para admirar los cuadros, grabados y fotografías que serían subastados esa noche; momento que aproveché para tomar las fotografías. Algo que noté curioso es que te dan un folleto en el cual viene el precio de la obra en las galerías y el precio al que lo están dando esa noche, como si fuera una venta nocturna de alguna tienda departamental y quisieran demostrar que realmente es una ganga. No lo critico, pero como nunca lo había visto no tenía referencia alguna para comparar.

Una subasta es cuando la gente que está interesada en un artículo ofrece lo que cree conveniente pagar por él, y la oferta más alta se lo lleva. ¿Por qué entonces arriesgar a una obra de arte a venderse en $500 menos de lo que estaba originalmente valuada? Supongo que el arte no es tan sagrado después de todo y se aplica la frase "El fin justifica los medios" (en este caso, el fin es caridad).
Todas las obras tenían algo peculiar y distintivo. Hacían que te detuvieras al menos un instante a contemplarlas, ya fuera porque eran muy bellas, elaboradas o demasiado extrañas. Todas eran únicas y no se parecían a algo que yo hubiera visto antes, ya fuera por la técnica o el tema.
La subasta comenzó bien, con las primeras 8 obras vendidas, y no por la primera oferta. Había obras de autores bastante famosos como Alejandro Colunga y Carlos Reyes. La mayoría eran abstractas y, cómo lo describía el Sr. Martillero, vanguardistas.

"Diferencia y Continuidad I" de Manuel Felguerez


Llego la décima obra. Antes de que empezara la puja, el Martillero mencionó que el autor de ésta obra, una fotografía llamada "Desnudo con caja", estaba presente en la subasta. Lo presentó al público y comenzó la puja. $900 fue el precio inicial. "Una.. dos.. dos y media.. una..". El Martillero seguía contando las oportunidades para las ofertas y ensalsando el nombre del artista, prácticamente nos leyó su currículum. La obra no se vendía. Tuvieron que pedir permiso al autor de bajar el precio de la fotografía a $500. ¿Pueden creerlo? ¡De $900 iniciales y $2500 en las galerías! Algo bastante vergonzoso para mi gusto. El autor accedió y la obra se vendió con una sola oferta, que, a mi parecer, no se hubiera vendido si no fuera por la presencia del artista.

Otra curiosidad fue que ésta fue la única obra de desnudo que se vendió. Había otras 4 que usaban ese tema: una de muy mal gusto llamada "La Mamadora Light" (imagínense que hasta el Martillero se tuvo que disculpar por ésto), y otras 3 de bastante buen gusto para mi parecer, como "Mellizas" de Ricardo Mora, lo que se considera bello estéticamente y grácil. Pero ninguna se vendió. Al preguntarle al caballero que más dinero gastó esa noche en cuadros (si se preguntaban, me pidieron que no mencionara la cantidad), me dijo que él podría llevar a la subasta unos 20 cuadros de desnudos que tiene en su casa, los cuales quitó para poner los nuevos = los cuadros de desnudos son demasiado trillados y los hay por doquier.


"Mellizas" de Ricardo Mora


A mi gusto, los cuadros que se llevaron la noche fueron los más sencillos a la vista. La mayoría eran óleos sobre papel y serigrafías, pero tanto como los temas así como la pintura eran muy simples y atractivas. Eran abstractas y daban vuelo a tu imaginación. No era algo claro, cómo brochasos a lo largo del papel o rayas en distintas direcciones, así que dependían de la interpretación de cada quién. Fueron los que más me agradaron.


Sin Título de Rutilio Medina


Nos contaban la historia y logros de cada artista cada vez que una obra suya era expuesta para recibir ofertas, como esperando que por el apellido pagáramos algunos centavos más. Al preguntar al final a dos de los compradores más espléndidos, me dijeron ambos que lo que importaba no era el nombre del artista ni la técnica que usaba, sino el propósito de la obra. Si ellos pensaban colgar un cuadro en el cuarto de los niños no iban a comprar un desnudo. Éste dato de me hizo muy curioso, pues siempre pensé que se compraban las obras por el nombre del autor, más que por alguna otra cosa. Contrariamente, al preguntar al Sr. Martillero cómo éra que se valuaban, contestó que el nombre era lo más importante (Con razón "La Mamadora Light" de Humberto López Trejo está aquí, pensé, ¿por qué otra razón expondrían algo así?).
La obra más cara de la noche fue la de "...Incubo Súcubo" de Daniel Kent, que se vendió por $3500. A mi la verdad no me pareció nada atractiva a la vista, era algo grotesca... pero extrañamente creo que era excelente porque ése era precisamente su cometido. La otra obra de éste autor, hecha con la misma técnica y algo similar en la imagen, no se vendió.

"...Incubo súcubo" de Daniel Kent

A las 10:30 pm, con 47 obras expuestas (27 vendidas y 20 devueltas a sus galerías de procedencia), terminó la noche. Una noche de arte contemporáneo en cuadros o en piezas de pared, porque no había nada conceptual. Me agradaron la mayoría de las obras. Las técnicas eran variadas, pero aunque se veían sencillas todas eran muy elaboradas, en especial las serigrafías y los grabados. Y creo que cada una lograba su cometido, las que estaban hechas para causar una impresión desagradable en el espectador lo lograron, al igual que las que gustaban estéticamente. Claro que la obra que ya mencioné dos veces en este texto, la de Humberto López Trejo, fue la única que desentono completamente con la galería, y eso que había obras bastante extrañas.

"..Una gran colección de Arte comienza con una obra." Paco de la Peña. Consultor de Arte.

Con ésta frase, el Sr. Martillero cerró la noche y los compradores se fueron a casa con algunos cuadros más para su colección o para su re-venta. Quién sabe. Sólo ellos sabrán cuánto gastan en una obra y con qué propósito lo hacen. Fue una experiencia bastante interesante, porque aunque no traía ni $50 en la bolsa, cada oferta parecía cómo si fuera la mía, enserio es muy emocionante ser testigo de la competencia que se lleva a cabo por ser dueño de lo que, a final de cuentas, es otro artículo más.

* Ficha Técnica:

Nombre de la exposición: "Subasta por el Arte"

Autor: Varios: Ana Maria Godinez, Scott Neri, Domi, Rutilio Medina, Roberto Pulido, Carlos Reyes, Manuel Ramírez, Ricardo Alemán, Marcos García, Benito Zamora, Pedro Friederberg, Manuel Felguerez, Ricardo Pinto, Balo Pulido, Salvador Rodríguez, Antonio Sandoval, Enrique Oroz, Antonio Ramírez Chávez, Alejandro Colunga, José Luis Cuevas, Miguel García Ceballos, Daniel Kent, Mario Martín del Campo, Leonel Maciel, Ricardo Mora, Juan Medina, Humberto López Trejo, Rita Basulto, Tuun Nal, Adriana Alexanderson, Zufiarur, Carlos Reyes, Marco Antonio López P., Rigoberto Soltero.

Técnicas: Grabado, Óleo (sobre papel, cartón o tela), Serigrafía, Impresión cromógena digital (Fotografía), Acrílico (sobre madera), Aguafuerte, Tinta (sobre papel) y Mixta.

Lugar: Galería Jorge Matínez

Fecha: Jueves 22 de Agosto, 2008

Fotos en el Post: Mariana Camacho















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