De placeres prohibidos - Ricardo García Hernández

Todos, absolutamente todos, queremos ser sobresalientes, destacar en gustos y costumbres, ser innovadores y que cuando te volteen a ver digan: "Caray, ese tipo en verdad es original". Pero estoy casi completamente seguro de que todos esos individuos tienen sus placeres prohibidos, sus deslices del "buen gusto" institucionalizado y mediatizado, que hacen creer que si escuchas un disco del que sólo se hicieron 200 copias en vinil en tu tornamesa reconstruida eres un geek del buen gusto, de lo snob, de lo in, de lo nais, pues.

Por eso aquí les traigo una reseña de uno de esos guilty pleasures musicales. Mi hermano me regaló una tarjetita con dinero en Mixup, por lo que me lanzé y compré un buen disco para algunos, una aberración para muchos otros: Scream, de Tokio Hotel.

Uno puede decir que es música comercial, que son un grupo de plástico pasajero de esos que nomás hacen levantar turbas enardecidas de fans enloquecidos... y tiene razón. Este grupo con estos monitos tan exóticos, siendo que el de las greñas de palmera y su hermano, el rasta-regguetonero, tienen apenas 19 años, son un fenómeno realmente interesante, pues llevan siete años de haberse fundado, pero hasta hace unos meses empezaron a sonar en estas remotas tierras occidentales -pues son de Alemania- gracias a la mano todopoderosa de la mercadotecnia y la necesidad de ganancias y de proveer de ídolos a la chaviza latinoamericana.

En este preciso momento me encuentro escuchando su material discográfico del 2008, precisamente... ese disco que compré. La voz andrógina del vocalista es algo que realmente llama la atención de la muchachada; de hecho, hoy hice un experimento con unos amiguitos de mi hermana (cabe destacar que tienen entre 9 y 10 años). Les dije "esa voz, ¿es de niño o niña?". Se confundieron tanto que no pude parar de reír. El monito tiene un tono y una manera de cantar muy respetable... hasta que descubrí que hicieron un burdo playback en su presentación en los premios de MTV. Igual la voz sonaba bien, así que disfruté la música, porque para eso es.

El punto de estos peculiares especímenes alemanes es llamar la atención. Verlos tocar es un espectáculo: tienen presencia en el escenario, cosa que falta a muchos otros grupos mucho más talentosos, pero los otros grupos tienen algo a su favor... la calidad musical.

Debemos admitir que en este disco de 15 pistas las melodías son repetitivas, el manejo de la voz es la misma y llega a aburrir. Abre con tres canciones buenas (Scream, Ready set go!, y Monsoon), y se relaja hasta llegar al final. Sinceramente creo que esta producción hubiera podido ser mucho más aceptable con unas 12 u 11 canciones; al meter tanto relleno, saturan a quien lo escucha. No debemos negar que son melodías pegajosonas y guapachosas como para escuchar un día que no quieras meterte a escuchar progresivo austriaco ultraespacial retro modernista; es música digerible, rockerona, con guitarras fuertes, uno que otro alarido, berrido y maullido del chico pelos-de-palmera, pero que no por eso deja de ser agradable.

Esto pega porque no es nada del otro mundo: es música de radio y ya. Da para tres o cuatro hits, un rato en los Billboards, en las listas de más vendidos de las tiendas musicales y ya. Pero no por eso debemos ponernos en nuestro plan pseudo-intelectualoide segregacionista de música comercial; como buenos melómanos debemos escuchar todo, saberlo apreciar y, por qué no, hasta contarlo entre nuestra colección de discos.

Las canciones, por orden, son: Scream, Ready set go!, Monsoon, Love is dead, Don't jump, Live every second, On the edge, Sacred, Break away, Rescue me, Final day, Forgotten children, By your side, 1000 oceans, Durch den Monsun. Esta última es la versión original, de 2003, del radio-hit-plástico Monsoon; esto fue un buen detalle, porque luego de escuchar a alemanes cantar en inglés durante casi una hora, es agradable escuchar unos cuantos alaridos en su lenguaje nativo.

El arte del disco no es nada que un ingeniero civil que guste de armar collages no pueda hacer. Hasta usan tipografías de esas ordinarias que emplean diseñadores estudiantes al creerse los muy salsas porque ya saben instalar tipografías en sus computadoras. Pero AÚN así, me gustó. Es un disco que si bien, quienes escuchen "cosas más de altura", no querrán comprar, nunca está de más darse una oportunidad.

¡Venga muchachos! No sean tan snobs, que todos tenemos nuestros gustitos ocultos.

Ricardo García Hernández
LCC A01221241

Ficha Técnica.
  • Artista: Tokio Hotel
  • Nombre: Scream
  • Pistas: 15
  • Duración: 58 minutos
  • Año de lanzamiento: 2008
  • Productores: Patrick Benzner, Dave Roth, Peter Hoffmann, David Jost.
  • Integrantes: Bill Kaulitz, Tom Kaulitz, Gustav Schäfer, Georg Listing.

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